El 29 de septiembre de cada año se celebra el Día Mundial del Corazón, una iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud para informar y concienciar sobre la importancia de prevenir las enfermedades cardio-cerebrovasculares.
La prevención en el ámbito cardio-cerebrovascular es crucial, por lo que es importante difundir la cultura de un estilo de vida correcto, la importancia de la actividad física, los exámenes y una revisión cardiológica periódica.
El tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo son sólo algunos de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, y cuando se combinan con una dieta descontrolada, hipertensión, estrés, diabetes y antecedentes familiares, el panorama general se complica, por lo que es aún más importante someterse a revisiones y exámenes.
La llamada prevención primaria se realiza mediante análisis de sangre periódicos, mediciones de la tensión arterial y un electrocardiograma. Se trata de controles sencillos que ayudan mejor a detectar incluso alteraciones cardiacas leves que pueden ser ya un indicador de una afecciónde alto riesgo .
El corazón es el órgano más precioso que tenemos, alimenta a todos los demás, ¡hay que protegerlo con terapias a medida y buenos hábitos!