Entre las enfermedades de las personas mayores, la demencia es uno de los principales problemas de salud.
La demencia más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, que representa entre el 50% y el 80% de los casos de demencia.
La incidencia de la enfermedad es similar en todo el mundo y se estima en 3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en la población menor de 60 años; 125 casos por cada 100.000 habitantes en el grupo de edad de más de 60 años.
Además de la demencia, existen cuadros clínicos caracterizados por la presencia de dificultades leves en diversos dominios cognitivos que pueden evolucionar o no hacia formas degenerativas. Es de vital importancia vigilar e interceptar precozmente estas condiciones para poder acceder a la mejor vía de prevención y/o tratamiento.
Estas dificultades pueden surgir en los siguientes ámbitos cognitivos:
La Comisión Lancet de Demencia en 2020 identificó algunos factores que dejan margen para la prevención y el tratamiento de los problemas cognitivos en general y lanzó un programa de prevención, afirmando que actuar sobre los factores de riesgo podría evitar o retrasar el desarrollo del 40% de las demencias.
Los factores que más influyen en el desarrollo de trastornos cognitivos son la edad y la genética, pero se trata de factores claramente incorregibles para la población de riesgo.
Otros factores como el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo, el aislamiento social, la depresión, la pérdida de audición, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad son modificables.
Life Clinic propone, a quienes observen estos problemas iniciales, la oportunidad de llevar a cabo un curso de estimulación tanto cognitiva como motora, comenzando por una evaluación neurológica para encuadrar el problema y una evaluación neuropsicológica de Nivel II en la que se evaluarán todas las funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, funciones perceptivas, visuoespaciales y ejecutivas) y se identificará la posible presencia de dificultades cognitivas y/o emotivo-conductuales iniciales.
De acuerdo con las pruebas que demuestran la validez de la estimulación cognitiva, se propondrá lo siguiente
la oportunidad de beneficiarse de un curso personalizado destinado a mejorar las capacidades cognitivas e introducir posibles estrategias y/o ayudas funcionales para las actividades de la vida diaria.
La estimulación cognitiva es útil junto con la actividad física porque se ha demostrado que mantenerse activo también contribuye a mejorar el rendimiento cognitivo, ya que ayuda a reducir ciertos factores de riesgo como el sobrepeso y favorece la producción de BDNF (factor trófico neuronal).
En la Clínica Life, un equipo especializado de médicos y fisioterapeutas estará dispuesto a acompañar al paciente durante todo este proceso para controlar, moderar y enseñarle a gestionar las dificultades cotidianas asociadas a la convivencia con problemas cognitivos.