Noviembre es el mes de la prevención del cáncer masculino, un momento para recordar que cuidarse no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad.
Para comprender mejor la importancia de cuidar la salud urológica, nos reunimos con el Dr. Gheza, urólogo, que nos explicó por qué todo hombre debe dedicar algo de tiempo, al menos una vez al año, a la prevención.
¿Por qué es tan importante hablar hoy de la prevención del cáncer masculino? Porque, a pesar de los avances médicos, muchos hombres siguen subestimando la prevención. Los cánceres del tracto genital masculino -en particular el cáncer de próstata, testículo y vejiga- representan una proporción significativa de los diagnósticos de cáncer en hombres. La buena noticia es que, si se interceptan a tiempo, tienen tasas de curación muy elevadas.
¿Cuáles son los cánceres masculinos más frecuentes? El más frecuente es el cáncer de próstata, que afecta sobre todo a partir de los 50 años. Luego está el cáncer de testículo, poco frecuente pero que también puede aparecer en hombres jóvenes de entre 20 y 40 años. Por último, no olvidemos el cáncer de vejiga, que suele estar relacionado con el tabaquismo y la exposición profesional.
¿Cuándo y cómo debe un hombre empezar a hacerse revisiones preventivas? En general, a partir de los 50 años se recomienda una revisión urológica anual con exploración, ecografía y dosaje de PSA, un análisis de sangre útil para evaluar la salud de la próstata. Sin embargo, si existen antecedentes familiares o factores de riesgo, conviene empezar antes, incluso a partir de los 40-45 años. Para las personas más jóvenes, en cambio, la atención debe centrarse en la autoexploración testicular, que debe hacerse periódicamente, como las mujeres hacen con sus pechos.
Muchos hombres tienden a evitar los exámenes urológicos por vergüenza. ¿Qué les diría? Entiendo que pueda haber cierta incomodidad, pero hay que superarla. Un examen urológico es rápido, indoloro y puede, literalmente, salvarle la vida. Es importante recordar que no se trata sólo de salud sexual, sino de bienestar general. La prevención no quita virilidad, la refuerza.
¿Hay algún síntoma al que deba prestarse especial atención? Sí, por ejemplo, dificultad para orinar, sangre en la orina o el semen, dolor o hinchazón en los testículos, dolor pélvico persistente. Sin embargo, muchos cánceres precoces son asintomáticos, y precisamente por eso la prevención es esencial: ayuda a detectar la enfermedad antes de que muestre signos.
Además de los controles, ¿hay hábitos que ayudan a reducir el riesgo? Sin duda. Una dieta equilibrada baja en grasas animales y rica en fruta y verdura, la actividad física regular, no fumar y limitar el alcohol son comportamientos que también protegen la salud urológica. Además, mantener un peso corporal saludable y controlar el estrés tienen efectos positivos sobre el sistema hormonal e inmunitario.
En pocas palabras, ¿cuál es el mensaje que le gustaría dejar a nuestros pacientes? Que la prevención es un gesto de cuidado hacia uno mismo y hacia los que nos quieren. Una revisión urológica al año puede marcar la diferencia entre un diagnóstico precoz y uno tardío.
En noviembre, con motivo de la campaña internacional de concienciación sobre la salud masculina, el Dr. Gheza estará disponible para consultas urológicas gratuitas dedicadas a la prevención del cáncer masculino. Póngase en contacto con nosotros para concertar su cita.
Una oportunidad importante para superar miedos y vergüenzas, informarse correctamente y cuidar la salud.
Porque prevenir no sólo significa curarse a tiempo, sino vivir mejor y más tiempo.
