Menopausia

Un aspecto a menudo infravalorado en la vida de una mujer

La salud ginecológica de las mujeres en su segunda y tercera edad merece la debida atención y consideración tanto en términos de prevención como de tratamiento.

Los problemas más comunes entre las mujeres premenopáusicas, menopáusicas y posmenopáusicas deben ser evaluados cuidadosamente por un especialista para establecer un curso diagnóstico-terapéutico adecuado.

Cambios hormonales y patologías asociadas

Con la llegada de la menopausia, que suele producirse entre los 45 y los 55 años, las mujeres experimentan un descenso significativo de los niveles de estrógenos.

Este cambio hormonal no sólo marca el final del ciclo menstrual, sino que también puede dar lugar a una serie de trastornos ginecológicos y de salud general.

Entre los problemas más comunes se encuentran:

  1. Sequedad vaginal: La disminución de estrógenos puede provocar sequedad vaginal, un síntoma que a menudo se pasa por alto y que puede causar molestias durante las relaciones sexuales y aumentar el riesgo de infección.
  2. Atrofia vaginal: La atrofia vaginal, caracterizada por la pérdida de firmeza y elasticidad de los tejidos vaginales, puede provocar dolor y disfunción sexual, afectando a la calidad de vida de las mujeres mayores.
  3. Infecciones urinarias: las mujeres son más propensas a las infecciones del tracto urinario (ITU), a menudo agravadas por los cambios anatómicos y la reducción de la actividad sexual.

Las infecciones urinarias pueden afectar gravemente al bienestar general y a la funcionalidad de la vida cotidiana.

  1. Miomas y pólipos Aunque son menos frecuentes después de la menopausia, los miomas y pólipos pueden seguir causando síntomas como hemorragias anormales y dolor pélvico, por lo que es necesaria una evaluación ginecológica adecuada.
  2. Cáncer ginecológico: el riesgo de desarrollar enfermedades oncológicas como el cáncer de útero, cuello uterino y ovario aumenta con la edad. Es crucial que las mujeres participen en revisiones periódicas para garantizar un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz.
  3. Prolapso urogenital: Las consecuencias de un "debilitamiento" de las estructuras músculo-ligamentosas del suelo pélvico pueden provocar el colapso y posterior descenso hacia abajo de una o varias estructuras pélvicas. Esta afección se denomina prolapso urogenital y puede afectar a la vejiga, el recto, la vagina y el útero, en diferentes combinaciones y grados de gravedad. Es esencial someterse a un examen ginecológico especializado para establecer lo antes posible un plan específico de recuperación y tratamiento.

La importancia de un enfoque ginecológico adecuado

Los pacientes deben sentirse animados a hablar abiertamente de sus síntomas y preocupaciones.

Un enfoque multidisciplinar en el que participen ginecólogos, médicos de familia, psicólogos y especialistas en fisioterapia pélvica puede ofrecer un apoyo integral.

Educación y sensibilización

Aconsejar y ayudar a las mujeres en una etapa delicada de su trayectoria vital sobre la importancia de la atención ginecológica puede animarlas a buscar la consulta y el tratamiento adecuados.

Conclusión

Nuestros especialistas siempre han prestado atención y comprendido estas patologías y han puesto en marcha en la Clínica Life una vía diagnóstica con Colposcopia y Vulvoscopia, diagnósticos ecográficos de nivel I y II, así como el seguimiento de las pacientes en su vía oncológica postoperatoria con especial atención a la Menopausia.

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