El melanoma es un cáncer de piel maligno que se origina en los melanocitos, las células que producen la melanina, responsable de la coloración de la piel.
La observación de la propia piel es muy importante para la prevención del melanoma, porque primero hay que reconocerlo y su principal síntoma es su cambio con el paso del tiempo.
Las cinco reglas para reconocer un melanoma son:
Por estas razones, la prevención es crucial.
El primer paso para prevenir el melanoma es evitar la exposición excesiva al sol, que entre otras cosas es también un factor importante del envejecimiento de la piel. Por ello, es útil protegerse con sombreros, crema solar y evitar las quemaduras solares.
Sin embargo, si se quiere hacer una prevención adecuada contra el melanoma, también es esencial realizar periódicamente un examen dermatológico con dermatoscopia para diagnosticar lesiones sospechosas o neoplásicas en una fase temprana.
La dermatoscopia es una técnica de diagnóstico no invasiva que permite examinar aspectos morfológicos del lunar que no son visibles a simple vista.
Si el dermatólogo detecta una lesión pigmentada atípica (un lunar "sospechoso") durante el examen, puede recomendar la realización de un procedimiento ambulatorio sencillo bajo anestesia local, es decir, una biopsia excisional con fines diagnósticos para llegar a un diagnóstico definitivo de benignidad o malignidad con elexamen histológico.