La onicocriptosis, comúnmente denominada uña encarnada, es una afección de la lámina ungueal que provoca la penetración de ésta en el borde de la uña.
Es una enfermedad muy frecuente, sobre todo en personas jóvenes. Los principales signos y síntomas clínicos presentan inicialmente dolor, inflamación, infección, que puede conducir a la formación de un granuloma, una especie de nódulo de tejido inflamatorio, formado por agregados de células del sistema inmunitario.
Entre las principales causas de aparición de la onicocriptosis se encuentran el corte incorrecto de la lámina ungueal, el uso de un calzado inadecuado, las patologías biomecánicas y los traumatismos.
Las uñas con forma involuta, es decir, con una curvatura pronunciada, también son más susceptibles.
La uña encarnada se trata con una técnica denominada "hemilaminectomía en cuña" para eliminar la parte de la lámina que ha penetrado en el borde periungueal. Al final del tratamiento, debe colocarse un vendaje de algodón y un apósito.
Tras el primer tratamiento, debe vigilarse el crecimiento de las uñas cada 20 o 30 días, e igual de fundamental para evitar recidivas es educar al paciente para que corte correctamente las uñas, cuyos bordes deben estar siempre visibles y libres.
Si existe un problema de origen biomecánico que predisponga a las uñas encarnadas, como el pie plano o el síndrome del pronador, debe tratarse con plantillas ortopédicas a medida.
En caso de recidiva, se prepara un programa de reeducación ungueal para eliminar o al menos reducir el conflicto ungueal que provoca la recidiva.