Cuando pensamos en los exámenes médicos que se exigen a los esquiadores de competición, lo primero que nos viene a la mente suele ser el ECG o la evaluación cardiológica. Sin embargo, para algunas disciplinas invernales de alto nivel (como el esquí de velocidad o el salto de esquí), las normas deportivas también exigenun EEG, es decir, un electroencefalograma. Pero, ¿por qué se exige un examen cerebral para las competiciones en pistas nevadas? ¿Y cuál es el valor clínico de esta evaluación neurológica para los atletas?
Según el reglamento dela Federación Italiana de Deportes de Invierno (FISI), los atletas de las disciplinas de esquí de velocidad, salto de esquí y combinada nórdica deben someterse a un electroencefalograma durante la primera visita médica competitiva.
Esta obligación surge por motivos de seguridad neurológica: el EEG sirve para descartar o controlar afecciones que podrían poner en riesgo la salud cerebral y, por consiguiente, la integridad física durante la práctica deportiva de alto rendimiento.
El electroencefalograma es una prueba no invasiva que registra la actividad eléctrica del cerebro mediante electrodos colocados en el cuero cabelludo. Es útil para identificar:actividad epiléptica (posibles signos de epilepsia), anomalías en las ondas cerebrales que podrían indicar trastornos neurológicos latentes, alteraciones debidas a traumatismos craneales previos.
Los deportes de invierno de alta velocidad, como el esquí alpino o el salto, conllevan un riesgo real de traumatismos craneales. En caso de conmoción cerebral o evento traumático, el EEG puede formar parte del seguimiento neurológico para evaluar la posible aparición de anomalías postraumáticas o convulsiones secundarias.
El electroencefalograma en el contexto de la visita médica deportiva no es simplemente un «trámite burocrático»: es una herramienta para proteger la salud del deportista. Permite descartar afecciones que, si no se diagnostican, podrían tener graves consecuencias durante la práctica de deportes de alto impacto o riesgo. La medicina deportiva no solo interviene para medir el corazón, sino que también evalúa el sistema nervioso central para garantizar que el deportista sea realmente capaz de competir sin poner en riesgo su salud.
Entonces, ¿por qué un atleta olímpico o competitivo puede necesitar un EEG antes de las competiciones importantes?
Este examen garantiza la seguridad a nivel neurológico, ya que verifica que no existan anomalías cerebrales no detectadas que podrían agravarse por el esfuerzo, las caídas o los traumatismos típicos de los deportes de invierno de alto riesgo. Además, sirve comoprevención a largo plazo: un electroencefalograma regular al inicio de la carrera deportiva puede ser un punto de referencia útil en caso de lesiones futuras, para evaluar posibles cambios.
En Life Clinic, consideramos que el EEG es una parte integral del proceso médico para los atletas que practican deportes de alto riesgo o que necesitan una aptitud competitiva. Ofrecemos a los atletas un enfoque multidisciplinario, en el que la neurología, la fisioterapia, la piscina terapéutica y otros servicios se integran para apoyar el rendimiento y la salud a largo plazo.
El electroencefalograma puede parecer un examen «extra» con respecto a los controles cardíacos clásicos, pero para los deportistas de élite en los deportes de invierno suele ser una pieza indispensable para garantizar la seguridad y la aptitud competitiva. Gracias a rigurosos protocolos médico-deportivos, es posible identificar a tiempo afecciones neurológicas potencialmente peligrosas, protegiendo la salud del deportista y permitiéndole desarrollar su carrera competitiva con la máxima tranquilidad.
En Life Clinic, ofrecemos experiencia, equipos avanzados y un enfoque integrado para acompañar a los atletas hacia las competiciones con la máxima seguridad: el bienestar del cerebro es una parte fundamental del rendimiento deportivo.
Además, nuestros técnicos en neurofisiopatología colaboran activamente con asociaciones y clubes deportivos para realizar electroencefalogramas a los atletas que se preparan para competiciones oficiales, incluidas las olímpicas. Un apoyo profesional y dedicado que nace para proteger la salud del deportista y permitirle expresar todo su potencial.